Anuario Astrológico Americano

      León Tournier: Fallece el 21 de Agosto de 1948 en Rengo, República de Chile. Persona de destacada actuación en el Ocultismo, desarrolló gran actividad en esta parte del continente. Siguió especialmente la línea Cabalística del Esoterismo francés. Insertamos a continuación, el artículo que con motivo de su deceso nos ha facilitado para su publicación, su Sucesor, como Legado de la Orden Martinista con Sede en Lyon, señor Otto Reszczynski Ramírez .

“ Francés de origen y nacimiento, vió la luz en la provincia de Haute Sante (Pueblo de Gray), el 30 de Agosto de 1869.

De estatura normal, delgado, de tez surcada por profundas arrugas, de ojos azules inquisitivos y risueños, de carácter poco comunicativo, afable sin ser amistoso, su trato era en apariencia severo, a veces brusco e irónico, pero sincero en el aprecio que dispensaba a aquellos de sus alumnos que se distinguían por sus condiciones; pudiendo éstos contar con sus enseñanzas, parcas en palabras, pero sabias y precisas.

Profundo conocedor de las lenguas antiguas, se dedicaba con entusiasmo a desentrañar el origen de los idiomas por métodos comparativos; así, no le eran extraños el Vatán, el Sanscrito, el Hebreo, el Griego, el Latín , etc.

Fue un espíritu de selección, y puedo decir sin temor a equivocarme ni hacer un elogio exagerado de su persona, que era “demasiado grande” para las Instituciones que lo contaron en su seno.
Autor de tres centenares de trabajos de investigación esotérica, masónica, martinista y de otros temas; traductor de obras tales como los “Versos dorados de Pitágoras”, de Fabret D’ Olivet, “La ciencia de los Espíritus” de Eliphas Levi, etc., es su vida toda un ejemplo de trabajo y estudio, de esfuerzo incesante, sin tregua, de continua lucha por la conquista y la superación de sí mismo. Se puede decir que su existencia estuvo consagrada casi exclusivamente, como un enamorado de los sublimes conocimientos, aseguir adquiriéndolos cada vez con mayor entusiasmo, descuidando a veces, las actividades de orden material, lo que hizo de él un hombre de recursos mas bien modesto.

Su transición ocurrida el 21 de Agosto de 1948 en Rengo (República de Chile), es una ausencia irreparable, porque significa la pérdida de un sabio Maestro, a quien podíamos consultarlos problemas llenos de incógnitas que se nos presentan a diario en nuestros propósitos de desentrañar la Verdad.

Le fueron conferidas las más altas dignidades en su vida masónica – esotérica (33º,90º y 95º). Era miembro correspondiente del Soberano santuario, el más alto poder masónico del Rito Oriental Antiguo y Primitivo de Memphis y Misraim, siendo su Gran Representante. Además sirvió las funciones de Legado General de la Orden Martinista (grado IV) para la América del Sur, con sede en Santiago de Chile. Perteneció al Instituto Magnético de Francia, etc.
En la Gran Logia de Chile, del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, fue Venerable Maestro de la R:.L:.

“Esmeralda Nº 30 del Valle de Concepción y V:.M:. de la R:.L:. “Etoile du Pacifique” del valle de Santiago. En los Grados Capitulares de este mismo Rito, alcanzó el grado 18.
Sin embargo , al igual que todos los grandes Iniciados, fue víctima de la incomprensión y de la ingratitud. Atropellado por audaces, sufrió el despojo y la maledicencia, la iniquidad y la fatiga, y no faltaron los que hicieron escarnio de su condición de anciano.
En todos los puntos del plano terrestre, los hombres más meritorios y sabios, los verdaderos Maestros, son siempre los más probados y deben soportar el menosprecio, la envidia y hasta la injuria de los mediocres, que en su impotencia, se tornan perversos y agresivos. ¡ tantos ejemplos nos ha mostrado la historia! , ahora sumamos a ellos el de nuestro Il. Y Poderoso Hno. León Tournier.

Por eso, los que amamos de verdad nuestra ciencia, no debemos desfallecer ante los obstáculos y las ingratitudes que puedan salirnos al paso. Estamos obligados, por el contrario, a luchar para mantener la integridad y pureza de nuestras Columnas, cualquiera que sea la Institución en que actuemos. Sólo entonces podremos decir que hemos venerado con la acción y la palabra, la memoria de nuestros antecesores.
León Tournier P. espíritu alimentado con el pan de la Ciencia Ocultista, desplegó sus alas hacia reinos más vastos, en busca de nuevos conocimientos, acaso hacia la Paz.

Nos queda de él en este plano, algo más que su recuerdo: nos quedan sus enseñanzas, su amor al estudio, su ejemplo de trabajo; nos queda también la satisfacción de haber formado entre sus pocos discípulos.

«Silenciosa, nos aguarda la ofrenda de su obra comenzada, imponiéndonos el sagrado deber de continuarla en su nombre.”